ESTRUCTURA DE LA FUNDACIÓN. BUERO VALLEJO



La acción comienza in medias res, es decir, en medio de los acontecimientos ya ocurridos, unos hechos que serán importantes para entender la historia. La información necesaria del pasado se nos irá proporcionando poco a poco, a medida que transcurre la acción y se impone la realidad de la cárcel; así, por ejemplo, la tortura y traición de Tomás o la condena a muerte de los cinco personajes.

La obra responde a una estructura circular porque empieza y acaba en el mismo espacio escénico. Después de que el hermoso lugar de la fundación se haya transformado en cárcel, al final vuelve a transmutarse en un espacio vacío y otra vez en el hermoso lugar del principio. ¿Indica que la historia puede iniciarse de nuevo, con otros personajes, y que los espectadores podemos volver a ser testigos de otros engaños semejantes?

Otros recursos que sirven para estructurar la obra son el contraste y el paralelismo. Contraste entre Tomás y la conducta de los otros cuatro personajes; entre la belleza de la habitación con vistas a un hermoso paisaje y la sordidez de la cárcel; entre apariencia y realidad; entre verdad y mentira; entre el poder de la imaginación y la imposición de la razón; entre la locura y la lucidez...Algunos ejemplos de paralelismos son el uso de la música de Guillermo Tell, de Rossini, que suena al comienzo y al final de la obra (y contribuye a la estructura circular que ya hemos señalado) y las referencias a la pintura y su relación con la naturaleza.

En lo que respecta a la estructura externa, Buero Vallejo subtitula La Fundación como “Fábula en dos partes”, cada una formada a su vez por otras dos, entre las que han transcurrido tres días. La función de estas subdivisiones es fundamentalmente escenográfica: en cada una de ellas se producen cambios en la decoración en ese laborioso itinerario desde la Fundación a la cárcel o desde la alucinación a la verdad en la mente de Tomás.




1ª PARTE

1º CUADRO: Comienza una mañana poco antes de comer y termina cuando sirven el rancho. Por las alusiones que se hacen, el enfermo lleva varios días muerto.
2º CUADRO: Esa misma tarde, Tomás se encarga de la limpieza. Faltan cuatro horas para la cena. Al final los guardianes descubren el muerto, que falleció seis días antes.


2º PARTE

3º CUADRO: Se desarrolla tres días después, cuando los presos acaban de cenar y la noche está cayendo. El día anterior Tomás había ido al locutorio a ver a su novia.
4º CUADRO: Han pasado pocos días, quizá uno solo.
Toda la obra comprende un lapso de cuatro días o poco más.



La organización típica de la trama en exposición/nudo/desenlace queda sustituida por un avance gradual hacia la consciencia anticipado por variados indicios:

- el olor que produce el muerto: I, 1;

 - la televisión y la radio que no se encienden: I, 2;

 - el paisaje va cambiando, dice Tomás “Cuando han abierto la puerta… no se ha visto el campo”.


A su vez, cada parte ofrece en su desarrollo pequeños clímax que sirven para mantener el interés:

- el enfrentamiento Tulio/Tomás cuando aquel intente ayudar a poner la mesa pero no hace nada.


 - el descubrimiento general de la muerte del Hombre.

Cada uno de ellos supone una carga de tensión superior a la anterior, para desembocar en el diálogo final de los dos únicos supervivientes, Tomás y Lino, para quienes el sacrificio de Asel -al margen de si podrán luego huir o no- ha supuesto una lección de valor.

Como dice Díaz Castañón, "Entre las dos subdivisiones de la Parte Primera hay una diferencia: la primera termina todavía con el entendimiento entre El Encargado y Tomás (escena de la comida), mientras en la segunda, El Encargado ya no está dispuesto a bromear (escena del reconocimiento del cadáver). La primera subdivisión de la parte segunda concluye con las voces de los centinelas que Tomás oye por primera vez, mientras en la segunda subdivisión se produce la pérdida del último refugio de Tomás (escena del retrete). En ese momento Tomás comprende al fin la razón por la que está en la cárcel y la razón por la que ha querido ignorarlo. La obra que comenzó con música de Rossini, se cierra con música de Rossini, de la Fundación a la Fundación pasando por la cárcel."

La acción no incluye muchas peripecias, porque es un drama de situación límite. Durante los tres primeros cuadros el centro de atención está constituido por el progresivo desmoronamiento del mundo inventado por Tomás y su sustitución por el real. Hay varios momentos de tensión entre los presos, provocados por su mayor o menor habilidad para aceptar las fantasías de Tomás, pero los momentos más dramáticos son el hallazgo del cadáver por los carceleros y la salida de Tulio para la ejecución.

Además, existe otra acción soterrada, que sólo aflora mediante alusiones. Es el plan de fuga de Asel, que no se revela hasta el último cuadro, y que se realizaría desde la celda de castigo, a la que sólo llegarían tras haber cometido una falta grave. La oportunidad les es brindada por el muerto que está en la cama. Cuando este es descubierto y no los llevan a la celda de castigo, Asel se intranquiliza y comienza a pensar que han sido delatados por un confidente de la policía. Acaban sabiendo que el que les traiciona es Max, pero mientras no lo identifican, se ven obligados a sospechar unos de otros.

El centro de atención de la obra se desdobla en la segunda parte. El interés por la vuelta del enajenado a la lucidez se mantiene hasta el final, pero a ello se une la triple atención por el enigmático proyecto de fuga, por la inexplicable falta de sanción y por el descubrimiento del delator.

Los instantes de mayor intensidad dramática se producen en el último cuadro. La llamada de Max para ir al locutorio permite a los demás hablar y descubrir que es él el espía, tras lo cual los acontecimientos se precipitan. Esta concentración de la tensión hace que los otros cuadros resulten menos climáticos.

La obra está construida sobre una anécdota dramática. El espacio, aunque varía su configuración a lo largo de la obra, es siempre el mismo, por lo que podemos hablar de unidad de lugar. Pasa de ser la habitación confortable de una Fundación a la celda de una cárcel. Podríamos decir que el escenario está situado en la mente de Tomás o al menos que lo vemos a través de sus ojos, y es un elemento de importancia trascendental en el desarrollo de la historia, ya que el proceso mental que se produce en el personaje al ir acercándose a la realidad se refleja en la transformación paulatina del escenario. Así, los sillones se transformarán en petates, las librerías en paredes desnudas, etc.

COMIENZO IN MEDIAS RES

En la acotación inicial se describe de manera pormenorizada el espacio escénico. Observamos ahí la presencia de elementos que son propios de un instituto de investigación, con una decoración funcional. Pero hay otros que no se corresponden con esa comodidad de la que disfrutan los huéspedes: sacos, taquillas de hierro, suelo de cemento... Hay que interpretar que el proceso de transformación de la mente de Tomás ya se ha producido antes del comienzo de la obra, porque ya ve cosas que son propias de una cárcel:

"En el primer término de dicho lateral e incrustada asimismo en el muro, sobria percha de hierro, de cuyos pomos cuelgan seis saquitos o talegos diferentes entre sí. Arrimada al muro y bajo ellos, cama extensible que, plegada por su mitad, forma un mueble vertical. En la pared del fondo y junto a la cortina, la única puerta, estrecha y baja, de tablero ahora invisible por estar abierta hacia afuera y a la izquierda del marco..."

ESTRUCTURA CIRCULAR

Al final de la obra, en la última acotación, el escenario vuelve a transformarse y reaparecern los elementos que encontrábamos al comienzo de la obra: suena de nuevo la música de la Pastoral de Rossini, se vuelven a ver los elementos de confort del principio, vuelve a verse el ventanal... Estamos como al principio. Con ello quizás Buero quiere decir que estos personajes no han conseguido sus propósitos, aunque se han enfrentado para alcanzar la libertad, pero puede que haya otros después que lo consigan. También se deduce que siempre podrá haber alguien, en algún lugar, que continúe limitando la libertad:

"Comienza a oírse, muy suave y remota, la Pastoral de Rossini. La luz se irisa. La cortina desciende y oculta el rincón del retrete. El paño de la derecha se desliza hacia arriba y deja ver, de nuevo, la librería, el televisor… El teléfono reaparece sobre la mesilla. A la cabecera del lecho, la lamparita vuelve a asomar. El paño inferior de la izquierda se corre y la tapa del frigorífico brilla otra vez. La gran pantallade fantasía desciende, despacio, hasta su antiguo sitio. Finalmente, descúbrese el amplio ventanal, tras el que resplandece el maravilloso paisaje. La música gana fuerza. La puerta se abre. Es el ENCARGADO quien la gira, para situarse en seguida ante el umbral. Tras la barandilla y al fondo, el lejano panorama campestre. El ENCARGADO viste sus correctas ropas de recepción y, con su más obsequiosa sonrisa, invita a entrar en el aposento a nuevos ocupantes que se acercan.)"

FINAL ABIERTO
Las tragedias de Buero, a diferencia de las clásicas, tienen un desenlace abierto  a la esperanza. Los personajes se enfrentan a un destino adverso, pero existe ese túnel desde el que puede que se alcance la libertad. Al final de la obra, los personajes que quedan vivos, Tomás y Lino, son llamados a declarar, pero no sabemos qué pasará, si serán enviados a la celda de castigo, desde donde cabe la posibilidad de escapar, o si serán. ajusticiados como Tulio.